A fines del otoño y comienzos del invierno, las plantas comienzan a reducir su ritmo de actividad y entran en el período de "dormición". Es decir, su crecimiento se estaciona hasta que llega la primavera. Las plantas sufren menos los transplantes o traslados, por lo que es la época ideal para realizar la plantación de ejemplares arbóreos o arbustivos, ya sea forestales, frutales o con destino meramente ornamental.
Antes de comprar, es importante contar con un vivero productor con trayectoria familiar y responsable. Éste debe invertir en su producción, fertilizando y cambiando de envases las especies a medida que ellas crezcan, además de realizar fumigaciones preventivas y curativas, entre otras tareas.
Temperaturas: Cuáles son las mínimas invernales, y las máximas en verano.
Nivel de humedad del suelo, encharcamiento, desniveles, etc.
Lluvias: Cantidad y período en que se producen.
Vientos predominantes; dirección y velocidad.
Orientación del suelo.
Condiciones del suelo: PH y salinidad del agua.
Focos visuales importantes a tapar o potenciar, como la entrada principal y de servicios, un estacionamiento, el lugar de tendido de la ropa, los caminos de ascenso o los recorridos por el jardín.
Secretos a la hora de plantar
La tarea de plantación tiene requrimientos precisos, que empiezan en el vivero. El acarreo de los árboles y arbustos hasta el lugar donde se los ubicarán requiere sumo cuidado en el flete y mucha responsabilidad, tanto en la carga como la descarga. Es importante tener decidido el lugar físico donde se descargarán las plantas, cuidándolas del sol, heladas y hormigas.
Una vez plantado el ejemplar, se debe realizar su tutorado con zunchos o estacas. Luego se realiza el riego de asiento. Es fundamental controlar la planta joven contra las hormigas y plagas.
Los envases
No todos son iguales a la hora de transportar una planta. Por ejemplo, las macetas de terracota son aconsejables para especies que sufren más el transplante, como por ejemplo las Camelias. Las macetas de plástico negras son más livianas para el traslado y resultan ideales para árboles y arbustos perennes, como las Magnolias.
El envase de paja es común en árboles y arbustos de hoja caduca, por ejemplo los fresnos. Para los árboles que se cultivan en suelos abiertos, se utiliza el cepellón, que consiste en una tela de arpillera que rodea el pan de tierra que protege las raíces. El cepellón debe estar intacto, nunca golpeado ni rajado. La arpillera de algodón es la más recomendable para mantener contenido al terrón.
A raíz desnuda, en tanto, se plantan los árboles que pierden su follaje durante la estación invernal, como por ejemplo el Acer o los álamos.
Cómo diseñar para cumplir con las necesidades del jardín
Para ocultar visuales utilizaremos un seto de arbustos perennes, como los Ligustros, o una cortina de Cupressus para cortar el viento. En cambio, si necesitamos sombra sobre la casa o simplemente un arbol con toda su frescura donde sentarnos a leer o contemplar una laguna o fuente, son convenientes las especies como jacarandás, robles, fresnos, taxodium, sauces, etcétera. Los accesos deben estar marcados, ya sea con árboles caducos o arbustos que sufran cambios estacionarios.
El perfume es otro elemento a tener en cuenta. Existen árboles y varios arbustos con olores agradables que brindarán un plus de placer al jardín.